26 marzo 2007
EL EMPERADOR Y EL RUISEÑOR

Por: Jorge Viñuelas (3º B de Primaria)
Había una vez un emperador a quien todas las mañanas se le posaba un ruiseñor en la ventana. Había personas que dibujaban su castillo. Llegó el mayordomo y no oyó hablar del ruiseñor.
En el bosque oyeron ruidos de animales. Cuando el ruiseñor llegó al palacio había muchas luces. Un día el emperador recibió un regalo. Era un ruiseñor artificial. El emperador preguntó: “¿Por qué se ha ido el ruiseñor?”. El ruiseñor artificial dejó de cantar.
Me ha gustado porque salen pájaros.
RECOMENDADO PARA: Todas las edades