17 noviembre 2011
El príncipe feliz

Por: Paula Viñas 4ºC Primaria
En una ciudad había una estatua de un príncipe, tenia dos rubíes por ojos y uno para la empuñadura de su espada. Una golondrina pasaba por allí y el príncipe le dijo que mirara por la ventana. Vió una costurera muy pobre que no podía alimentar a su hijo, y le dijo que cogiera el rubí de su empuñadura. Luego le dijo que le diera su ojo de rubí a un poeta y el otro ojo de rubí, a una niña muy triste. Así fue el príncipe ciego pero feliz.
Lo recomendaría porque es muy chulo y te enseña a compartir y a ser bondadoso.