La biblioteca del Colegio Pío XII

Por: Alumno: Matías Paes    Curso: 6º C de primaria

Robinson es una persona con ganas de viajar por el mundo. Él quiere ser marinero, pero su padre quiere que se dedique a un trabajo de “corbata”. Un día decide irse en una embarcación sin que su padre lo supiera. Estuvo muchos años viajando por el mundo, hasta que creó un negocio de tabaco en Brasil. Ganó mucho dinero y estuvo bastante tiempo sin viajar por el mar. Un día, unos amigos le invitaron a que fuera a África en barco con ellos, por temas de dinero y negociación con oro.

Cuando embarcaron, el mar estaba tranquilo, pero se levantó una tormenta y desgraciadamente el barco naufragó. Robinson consiguió con mucho esfuerzo llegar a una isla abandonada. Con mucha destreza y habilidad consiguió escalar un acantilado. Cuando llegó al final revisó lo que tenía en los bolsillos y pasó la noche encima de un árbol. Al día siguiente, vio que todos sus amigos habían muerto. Y el barco estaba muy lejos adentrado en el mar.

1 semana después

Robinson al despertar de su árbol vio que el fuerte oleaje había acercado el barco a la orilla. Entonces decidió ir al barco nadando. Cuando llegó no sabía cómo subir. Entonces vio un cabo suelto. Se agarró y subió poco a poco. Lo primero que hizo fue ir a la despensa para comer galletas, pues estaba hambriento y aún estaban secas. Cogió tantas velas como pudo. Y cuando llegó a la orilla se hizo una cabaña con las velas.

2 meses después

Fue a buscar un lugar mejor donde poder hacerse la cabaña. Y encontró una cueva donde poder hacerse su casa.

Unos cuantos años después…

Robinson iba tranquilo con su escopeta andando en la playa, cuando de repente, vio una huella de pie.

Asustado, se fue corriendo adentro de la cueva, y muy asustado estuvo mucho tiempo sin salir.

Mucho tiempo después…

Era por la mañana y Robinson vio mucho humo que salía de la playa. Fue a ver que pasaba entonces vio a muchos caníbales que se iban a comer a una persona.

Robinson salió y los mató a todos y salvó a esa persona. Le puso como nombre “Viernes”, y se hicieron muy amigos.

Mucho tiempo después.

Al despertar Robinson vio un barco a lo lejos y fueron Robinson y Viernes nadando. Y los dos se salvaron de la isla.